Decorando con armarios

Los armarios son un elemento fundamental para tener nuestra casa en orden y si son a medida nos permiten, además, aprovechar al máximo el espacio. Sin embargo, cuando pensamos en ellos, siempre vemos su lado funcional y muy pocas veces su maravilloso potencial decorativo.
En otro post de nuestro blog os hemos hablado ya de la organización de un vestidor, pero hoy no nos vamos a centrar en la utilidad. Vamos a centrarnos en la decoración. En aquellos elementos que al mirarlos nos generan emoción y una cantidad considerable de endorfinas. Nuestra casa nos da sensación de seguridad. Es el espacio donde nos sentimos nosotros mismos y por lo tanto, deberían decir mucho de nuestros gustos y de nuestra personalidad. ¿Por qué entonces no reflejar nuestro verdadero yo en cada uno de sus rincones?

Cuando pensamos en un armario convencional, simplemente nos vienen a la mente superficies lisas, preferiblemente en colores neutros o con grandes espejos, o tipo persiana. Pero nada más lejos de la realidad. Os vamos a descubrir un increíble mundo de posibilidades lleno de colores, texturas y estampados.
Para empezar, el tipo de apertura de las puertas es importante . Pueden ser batientes, correderas o podemos utilizar el nuevo sistema coplanario. Este último consigue que las puertas de nuestro armario sean correderas, pero que al cerrarlas permanezcan en el mismo plano, dando continuidad a las superficies.
Una vez elegido como va a ser el sistema de cierre, podemos centrarnos en los materiales y colores de las puertas. Podemos elegir superficies lacadas, que dan sensación de modernidad y reflejan la luz, dando luminosidad a la estancia o superficies mate. Estas últimas pueden ser bien clásicas, coloniales o contemporáneas.

Otro elemento importante a tener en cuenta son las texturas. Los relieves están muy de moda y ayudan a estructurar el espacio. Dan sensación de modernidad y de exclusividad. Aunque las superficies lisas y en colores claros dan sensación de amplitud y suavizan los ambientes.
Por último, y no menos importante, hemos de elegir los colores. Es fundamental coordinarlos con las paredes, el suelo y el resto de decoración de la habitación. Las estancias grandes admiten tanto colores claros como oscuros. Sin embargo, las estancias pequeñas necesitan colores claros y neutros. ¿Nos gustan los estampados? Pues estamos de suerte. Hay un sinfín de posibilidades, pero tenemos que tener en cuenta, que son complicados de combinar. Si elegimos nuestro armario como centro de la decoración de nuestra habitación, tendremos que subordinar el resto de elementos decorativos a nuestra elección.

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